Es Navidad. Bueno, todavía no; dentro de unos días. Navidad es una fiesta en la que muchos van a cantar muchos villancicos. Y aunque «Ande ande ande, la Marimorena» y «Campana sobre campana» son clásicos atemporales y que vamos a escuchar muchas veces estas fiestas (quizá de boca de un siniestro coro de niños que no saben lo que están cantando ni por qué), no queremos dejar pasar la oportunidad de enseñaros cuatro villancicos fuera de lo común para estas fiestas.
Nana para un recién nacido
Villancico compuesto por Victor Sosa Campos, del grupo Pueblo de Puebla de Alcocer. Es bastante distinto a lo que podríamos esperar de un villancico. Este, en lugar de fiesta, jarana y jolgorio, no deja de ser una nana para dormir al pequeño Manuel (tocayo mío), recién nacido. Os soy sincero: me pone los pelos de punta.
Lo divino
«Lo divino» es un villancico canario que nació con orígenes benéficos, recogiendo aguinaldos (o aguilandos, depende de a quién preguntes) para hospitales que requerían constantemente de dinero. Una serie de estrofas recogidas de distintas poesías de autores canarios (como Ramón Gil Roldán o Santiago Beyró) se combinaron con música de Fermín Tedrés, cuyo rostro podemos ver en un busto en La Laguna.
En medio de la noche
Este es otro villancico bastante curioso, aunque con letra algo más convencional. Aunque no podréis negarme lo bonito que resulta, sobre todo cantado por una coral como la de este vídeo.
Brilla el sol
Brilla el sol por la mañana, con clara y hermosa luz, canta María una nana, mientras se duerme Jesús. Una canción que según la letra debería servir para dormir a un bebé recién nacido se transforma en uno de los villancicos más llamativos que se me ocurren. Aunque todo depende de la interpretación; por eso os traigo dos.
me gustaria hacerme con la tablatura del villancico «nana para un recien nacido»