Lo que os conté ayer: que hoy se lanzaba TUCUCU, la nueva canción de El Nido y Rodrigo Cuevas. Y va acompañada de su videoclip, que creo que además representa estupendamente su espíritu. Desde el Burgos rural (y de Piloña) a vuestras verbenas y romerías.
“Nos interesaba mucho rescatar esa manera de entender los bailes y verbenas como se ha hecho siempre en las plazas de los pueblos, como un evento social puramente hedonista, que partía de la creación colectiva de gente juntándose para cantar y tocar, y que esto en sí mismo tenía una función social importantísima.”
Como bien dice Rodrigo Cuevas en entrevistas, «el folklore es algo que se hace y punto (…) y eso es algo que le da un sabor muy especial al crear y disfrutar con jotas, charros, corridos o ajechaos».
Todos los sonidos de la canción salvo los sintetizadores son grabados golpeando cacharros al lado de un micrófono. “Nos encanta descubrir y redescubrir las sonoridades acústicas de los instrumentos y de los utensilios cotidianos, más que usar samples o sonidos sintetizados, que es una de las partes que más nos fascina de cómo ha funcionado siempre el folclore.”
El videoclip nos coloca en un pueblo cualquiera de la provincia de Burgos, donde las calles pasan de estar desiertas a estar atestadas de gente dispuesta a la celebración, a vivir un fiestón como el que tiene lugar en cualquier pueblo en verano. La plaza la llenan gentes de varios de los grupos de danzas y folclore de Burgos, “el alma y motor de la música, baile y vestimenta tradicional de nuestra ciudad”, apunta Cachorro, de El Nido. “Es una alegría que en Burgos el folclore esté tan bien cuidado y que haya tantísima gente muy joven que sigue haciendo de la jota, las ruedas y los agudillos su modo de pasar tiempo con sus amigos”. Además, una de las escenas icónicas del videoclip encontramos un inquietante ser que parece querernos hacer mal, ni más ni menos que uno de los trajes del mítico carnaval de Mecerreyes (Burgos).
La intención era mostrar la provincia de Burgos desde el jolgorio, “transmitir la felicidad que se va a encontrar cualquiera que se pase por aquí”. Se grabó este mismo verano en Villaquirán de los Infantes, Pampliega, Castrojeriz y Mahamud, todos en la región del Arlanza de la provincia de Burgos. Para ello han contado con la colaboración de la Diputación de Burgos.