Durante la última jornada de la 26ª edición del festival WOMAD Cáceres tuvimos la oportunidad de ver uno de los mejores conciertos en la historia de ese festival: el de Mor Karbasi. Un concierto en el que presentó parte de su último trabajo, Ojos de Novia, y en el que tampoco faltaron temas de su repertorio tradicional.
Se alternaban temas como La Galana i el Mar o Morenika con otros de su último trabajo como Susona (canción que me puso los pelos de punta), Bismillah o Ijdigen. En cada una de las canciones se notaba su estilo, que resulta equidistante entre las tres culturas de hace cinco siglos. Haber vivido durante unos años en Sevilla influye y mucho en su arte.
El público estuvo entregado a ella durante la hora que duró el concierto, tanto los que ya conocíamos de su música como la gente que, con la mente abierta, se quedó para escuchar. Creo que todo el mundo quedó encantado.
Digo, sin temor a equivocarme, que Cáceres fue Sefarad durante una maravillosa hora que a mí, la verdad, se me hizo corta. Me habría quedado de mil amores otras dos más escuchando su música y sus historias.
Y sí, me confieso fan de Mor Karbasi. Y si dio un concierto maravilloso en el escenario de la Plaza de San Jorge de Cáceres durante el último WOMAD, se dice y punto.