Una canción bien conocida del folklore mexicano es Las Mañanitas. Seguro que lo habéis escuchado; yo he llegado incluso a escuchárselo cantar a alguna tuna (otro tema del que acabaremos hablando en este blog, dado que son buen difusor de la música hispanoamericana).
A lo que vamos, que me disperso. Las Mañanitas es la canción que se canta en muchos países latinoamericanos cuando alguien cumple años, cuando es el santo de alguien (algo que, además, en personas de cierta edad suele coincidir) o incluso en la quinceañera (cuando una chica cumple quince años). De hecho las distintas versiones de la letra dejan buena cuenta de ello.
Estas son las mañanitas
que cantaba el rey David
hoy como es día de tu santo/a las muchachas bonitas
te las cantamos a ti.[…]
Que linda está la mañana
en que vengo a saludarte,
venimos todos con gusto
y placer a felicitarte.
He recopilado una serie de interpretaciones de Las Mañanitas; podéis verlas en esta lista de Spotify (a la que os invito que os suscribáis). La verdad es que, escuchándolas, me da que pensar que la música mexicana se conserva muy bien, o al menos ha hecho un buen trabajo en regularizar su música, quizá dejando atrás otras cuestiones (¿originalmente se interpretaba con trompetas? El mariachi tradicional no las tenía).
Esta ranchera, como digo, se nota que es ranchera, y por eso todas las versiones, realmente, se parecen. De hecho he omitido muchas porque, bueno, no dejan de ser mariachis. Aunque entre las versiones podemos encontrar una reinterpretación en clave de flamenco por Parrita bastante interesante, así como la interpretada por Nat King Cole, y la interpretada por Maria Dolores Pradera y Amaia Montero. La mítica, eso sí, es la de Pedro Infante.
