Llevamos unos días recibiendo las (malas) noticias de cancelaciones de festivales que todos esperamos con ansia todos los años. La más sonada en el ámbito del folk puede que sea la del Festival de Ortigueira, que nos dicen a la vez que este año no va a celebrarse… pero que el año que viene podemos esperar una edición especial en cantidad y calidad de conciertos, durando hasta una semana.
El Ayuntamiento de Cáceres y su Consorcio Gran Teatro, por otro lado, también anunciaron que el WOMAD Cáceres 2021 tampoco va a llevarse a cabo, quedando en su lugar un ciclo de conciertos de menor formato. El ciclo CácerEs Cultura propone 42 citas con 52 bandas entre abril y diciembre de 2021, prestando atención a muchos estilos con especial presencia del jazz y el flamenco.
Son las dos citas que nunca faltan en mi agenda y las que tengo más presentes, pero cancelaciones de este tipo se están produciendo a lo largo y ancho de la geografía española (y, por qué no decirlo, mundial). Las circunstancias así lo aconsejan y creo que es algo que todos comprendemos perfectamente.
De momento los pocos eventos que se están celebrando son pequeños, salvo contadas excepciones, y desde luego los eventos que se están celebrando son, sobre todo, de géneros más comerciales que el folk y las músicas del mundo. Aunque las bandas por suerte están girando y ha sido posible ver a Luar na Lubre presentar Vieiras e Vieiros en teatros por ahí.
En cualquier caso, por mucho que sea una pena y que realmente muchos tengamos muchas ganas de estar cerca de un escenario (ya sea encima o debajo), creo que es algo que todos comprendemos. Mientras tanto solo puedo desearle mucha fuerza y mucha paciencia (y, si son necesarias, ayudas económicas) a las bandas, a los técnicos y a todo el personal involucrado en este tipo de eventos.