La Encina de Olivenza es una de esas agrupaciones que llevan media vida entre nosotros. También es una de las que hacen un folklore más interesante, en parte debido a la posición geográfica de Olivenza: estar en una frontera hace tomar -y mezclar convenientemente- elementos de aquí y de allá.
Y si hace unos años ya nos deleitaron con un disco llamado Vira de espectacular producción y colaboraciones, hace pocos meses nos han regalado un nuevo trabajo discográfico, Extremadurando, que, como su nombre indica, es más extremeño y menos portugués que el anterior.
El repertorio elegido para formar parte de este álbum ha sido, obviamente, elegido mirando hacia el este, hacia el resto de nuestra comunidad, en un verdadero homenaje que hace esta formación a Extremadura. Os adelanto que Extremadurando me parece una antología maravillosa para iniciarnos en el variado folklore extremeño, y la excelente producción con la que nos deleitan también hace que escucharlo sea un placer.
Canciones míticas en nuestro folklore como la Jota de la Tierra Blanca (también conocida como Jota de la Zarza), la Jota Piornalega o las rondeñas cacereña y de Castilbanco son muestra de ello. No seleccionan de todos los estilos, pero sí de muchas de las regiones, lo cual es de agradecer.
Si debo destacar un tema, me quedo sin duda con la Rondeña de Orellana, en una interpretación con cuerda que hacen esta canción todavía más majestuosa. La podéis elegir instrumental, que también es grandiosa. También con el tema que abre el disco, Vengo de la Habana: la elijo porque me parece bastante desconocida.
Podéis escuchar el álbum completo en Spotify o adquirirlo en las principales plataformas digitales, así como en formato físico en la tienda Sancha (atención, porque en el momento de escribir esta nota, quedan apenas ocho unidades).