Si hay una melodía bien conocida en Extremadura y por todos sus grupos de folklore (y por más gente no tan allegada a este mundillo), esa es El Candil. Durante mucho tiempo el candil (el material, no la canción) fue el responsable de iluminar las casas y las vidas de mucha gente, y de iluminar los bailes. Esta es la clave: el candil ilumina, el candil alegra, el candil da vida.
Todos (y si no todos, casi todos) los grupos de folklore tradicional de Extremadura la llevan en su repertorio, y otros grupos menos folklóricos se han atrevido a adaptarlas y a llevar este tema a su terreno. El Candil es un tema tradicional de Olivenza, ciudad que, aunque ahora pertenece a la provincia española de Badajoz, durante mucho tiempo fue portuguesa. Tanto es así que cada vez más oliventinos tienen la doble nacionalidad.
De hecho, el detalle de que Olivenza fuera durante mucho tiempo portuguesa hace que la melodía sea parte de la tradición del Alentejo portugués, hasta el punto de que otros muchos temas portugueses, como el Desfado de Ana Moura (melodía del final de la canción, a partir del 2:22), o el inicio de Estudiar o Corpo, una desgarrada (similar a las coplillas de pique extremeñas) de los Minhotos Marotos, tienen esta melodía entre sus notas.
¿De dónde viene?
El Candil, según se ha estudiado, proviene de un fado batido (que va con el pie pegado al suelo; batir, en portugués, significa pegar), cuyo ritmo se agilizó al españolizarse. Podéis ver sus pasos de baile bien descritos en el blog de Begodanzas.
La primera grabación conocida del Candil es del Grupo de Coros y Danzas de la Sección Femenina de la F.E.T. y de las JONS (atención al nombre). Podéis escucharla algo más abajo. Como curiosidad, esta versión está disponible para escuchar en Spotify y a la venta en iTunes, debido a que Hispavox, sello que lo editó en primer lugar, ha seguido editándolo todos estos años.
https://www.youtube.com/watch?v=Z6jtFhYBfPI
Es interesante que esta versión fue la que un locutor de radio francés escuchó esta versión, y tanto le gustó que la transformó en la sintonía de su programa, más allá de los Pirineos. Esto hizo que la popularidad de la canción creciera en Francia, hasta el punto de que Hispavox editó un single exclusivo para Francia, teniendo un gran éxito que, por desgracia, no pudo replicar en España. Aquí el tema pasó bien desapercibido.
Maria Jesús (la del acordeón) fue quien hizo una versión, años después, como cara B de su single más conocido, El Baile de los Pajaritos. Tanto esta versión como la anterior van sin voz, como veis.
Años más tarde siguieron editándose y grabándose versiones, llegando al punto de que Manantial Folk fue la última banda en grabar una interpretación del Candil editada en vinilo, y difundida como single promocional de su álbum Del Natural. No está en Spotify y no puedo encontrarla en YouTube.
Donde sí he podido encontrarlo es en el álbum 9 noches, 9 candiles, un disco editado en 2008 que, como su nombre indica, incluye nueve versiones en distintos estilos musicales y en distintas claves del Candil. Muy recomendable.
Quiero cerrar el post con un puñado de versiones del Candil que seguro que os van a sorprender.
La más tradicional y que podríamos considerar oficial (dentro de la oficialidad del folklore tradicional) es la que interpreta el Grupo de Coros y Danzas “La Encina”, de, bueno, Olivenza. Esta versión es de 1995 y está ripeada de un VHS; por eso la calidad. Hoy, veinte años, la siguen interpretando básicamente igual.
Acetre incluyó en su álbum Barrunto una versión del Candil que llamó Candea Fado. Muy recomendable también, sobre todo por ser quizá una versión bastante menos convencional. Aquí la podéis ver interpretada en directo, en 2003, en el Teatro Romano de Mérida (escenario inigualable).
La banda extremeña Los Niños de los Ojos Rojos realizó su propia versión, a su rollo. La llamaron The Kandil y la editaron en uno de sus discos (en este momento no recuerdo cuál). También está incluido en 9 noches, 9 candiles. Muy buena onda, la verdad.
Una reinterpretación bastante libre es la que hicieron Berre del Buyete, en clave de no-me-atrevo-a-llamarlo-hip-hop. Desde luego no os va a dejar indiferentes. Me encanta el vídeo, por cierto. Podéis ver también la Web dedicada a las reinterpretaciones del Candil, CandilKandil.com.
Por último, una versión que encontré hace poco y que me sorprendió también bastante. La de Nando Juglar. Disfrutadla.
Imagen superior | Alejo Concheso
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