Acetre en Trujillo (diciembre de 2024)

Anoche estuve viendo a Acetre en el Teatro Gabriel y Galán de Trujillo. No es ni mucho menos la primera vez que actúan aquí pero quizá sí la primera que lo hacen en un recinto bajo techo; en otras ocasiones estuvieron en la Plaza Mayor de la ciudad o en la de Huertas de Ánimas.

Y aun a riesgo de decir una perogrullada, Acetre sonó como todos esperábamos que lo hicieran, pero yendo un poco más allá.

Me explico: algunos les hemos visto tantas veces en directo que tendemos a intuir por dónde va a ir la actuación. Pero siempre saben sorprender de alguna forma. En mi caso es cierto que llevaba varios años sin asistir a uno de sus conciertos, antes de presentar su último trabajo, A la casa de las locas. De hecho acabo de ver que no fue en 2019 como yo pensaba, sino en 2017 en la Sala Galileo Galilei, de Madrid. Siete años. Tela.

Evidentemente incorporaron algunos temas de este trabajo como A la casa de las Locas, Menina Florentina (que nunca imaginé que iba de lo que iba hasta que lo explicó Ana Jiménez en el escenario), O Barqueiro, o El Calderero, que fue la responsable de que todo el patio de butacas se pusiera a cantar «bomba vi, bomba va…». Tampoco faltaron temas clásicos como Gamusinos (recordando que este año es el 25 aniversario del disco que cambió la trayectoria del grupo), la Alborada de Fregenal o El Paso del Zajorí. Todos ellos himnos del folk de reelaboración ibérico y de la música extremeña (curiosamente siendo en todo caso instrumentales).

Por supuesto cerraron primero en falso con La Casa de Mosés de Arquitecturas Rayanas, y luego ya con sus dos bises clásicos, que fueron muy pedidos por parte del público: la Alborada de Jarramplas y Yeyitu-Vira.

Siempre dejan con un muy buen sabor de boca y ayer desde luego no defraudaron. Me encantará volver a verles actuar próximamente. En un rato deberían salir al escenario del Auditorio Municipal Emiliano Allende de Medina del Campo (Valladolid), como parte de la programación del festival Címbalo Folk. Entradas aquí.